Diferencias entre crisis de pánico y crisis de angustia

Crisis de Pánico

Una crisis de pánico es un episodio abrupto e intenso de miedo o malestar que alcanza su punto máximo en pocos minutos. Este tipo de crisis suele surgir sin previo aviso y puede ocurrir incluso en situaciones donde no hay una amenaza real.

Síntomas comunes:

• Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco
• Sudoración excesiva
• Temblores o sacudidas
• Dificultad para respirar o sensación de asfixia
• Sensación de ahogo
• Mareos o aturdimiento
• Miedo a morir o a perder el control
• Sensación de irrealidad o separación del cuerpo

La crisis de pánico generalmente no está asociada a una situación o evento específico, lo que puede hacerla aún más aterradora. Las personas que experimentan una crisis de pánico pueden sentir que están teniendo un ataque al corazón o que van a morir.

Crisis de Angustia

La crisis de angustia (o crisis de ansiedad) también involucra una intensa sensación de malestar, pero suele ser menos abrupta que la crisis de pánico. Suele desarrollarse gradualmente en respuesta a situaciones estresantes o de gran presión emocional, como un problema en el trabajo, una discusión o una preocupación constante.

Síntomas comunes:

• Sensación de nerviosismo, inquietud o agitación
• Preocupación excesiva o pensamientos negativos
• Dificultad para relajarse
• Tensión muscular
• Dolores de cabeza
• Insomnio
• Sensación de que algo malo va a suceder, pero sin causa definida
• Fatiga

Aunque puede ser muy angustiante, la crisis de angustia no suele estar acompañada de los síntomas físicos más graves de una crisis de pánico, como la falta de aire o el miedo a morir. La crisis de angustia es más comúnmente el resultado de factores emocionales y de estrés, y puede durar más tiempo que una crisis de pánico.

Principales diferencias entre una crisis de pánico y una crisis de angustia

 ¿Cómo manejarlas?

Ambas crisis pueden ser aterradoras, pero existen herramientas que te pueden ayudar a manejar la ansiedad en esos momentos:

1. En una crisis de pánico:
   • Respiración controlada: Respirar profundamente puede ayudar a disminuir la intensidad de los síntomas.
   • Reconocer lo que está sucediendo: Recordar que lo que sientes no es peligroso puede aliviar el miedo.
   • Distraerte: Cambiar tu foco de atención hacia algo que te calme puede ser útil, como escuchar música o contar números hacia atrás.
2. En una crisis de angustia:
   • Gestionar el estrés: Practicar técnicas de relajación como la meditación o el mindfulness puede ser muy útil.
   • Hablar sobre lo que sientes: Expresar tus preocupaciones con un ser querido o terapeuta puede ayudarte a liberar tensiones.
   • Establecer prioridades: Organizar tus pensamientos y enfocarte en lo que puedes controlar en el momento presente puede aliviar la sobrecarga emocional.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si experimentas crisis de pánico o angustia con frecuencia, o si estos episodios están interfiriendo en tu vida diaria, es importante buscar apoyo profesional. Un terapeuta especializado en ansiedad puede ayudarte a identificar las causas subyacentes y enseñarte herramientas eficaces para gestionarlas.

Si estás pasando por una crisis de pánico o angustia y sientes que te gustaría contar con apoyo, puedes conocer mis servicios aquí.